miércoles, 26 de noviembre de 2008

Bosa: la ciudad sobre el río Temo

Bosa es un pueblo medieval de 8.000 habitantes ubicado sobre una colina dominada por un antiguo castillo que supervisa los alrededores del pueblo. Está situado en la costa noroeste de Cerdeña, en la región de Planargia y lo cruza el río Temo, el único río navegable de la isla.

Al llegar a Bosa el primer encuentro es con el río Temo. A lo largo de la orilla izquierda se reflejan los edificios de Sas Conzas (almacenes una vez utilizados para el curtido y fabricación del cuero). El Puente Viejo conecta esta parte con la orilla derecha, en la que está la ciudad. La excesiva exposición al peligro de los ataques sarracenos dió el impulso para que la ciudad sea encaramada en las laderas del Colle di Serravalle, para proteger la fortaleza construida en 1112 por el marqués Malaspina, señores feudales de la aldea.

Las casas de fines de la era medieval son llamadas Sa Costa (las costillas) y el área consta de caminos hechos en basalto y cantos rodados que siguen las curvas que descienden de la colina interrumpidos por escaleras asimétricas hechas en traquite. Los espacios habitativos del pueblo antiguo han crecido verticalmente con escaleras interiores muy empinadas que unen una única sala por piso y habitaciones excavadas en la roca. Estas casas, a menudo enriquecidss con decoraciones en traquite rojo, tienen dos puertas de ingreso que permiten el ingreso de la calle y desde la parte superior.

Aquí y allá se pueden ver las iglesias entre las plazas y calles. Al interno de las murallas del castillo está Nostra Signora de sos Regnos Altos que despierta interés por el extraordinario ciclo de frescos del siglo XIV que hay en su interior. El segundo fin de semana en septiembre es dedicado a las celebraciones en su honor. Una procesión se lleva a cabo por las calles de la aldea decorada con flores, banderas y hojas.

Sobre el Corso Vittorio Emanuele, situado en la parte inferior de Bosa y por ésta razón llamado Sa Piatta, todas las casas están orientadas hacia el norte y dispuestas en filas paralelas al río Temo, construidas durante el 800 con fachadas de vibrante color pastel y balcones en hierro fundido.

Bosa ofrece a los turistas un abanico de posibilidades que hacen que sea agradable durante todo el año. El sol, el mar, la pesca, el río, un interior que comprende zonas rocosas, bosques de alcornoques, encinas y vegetación del Mediterráneo, habitado por varias especies de aves de presa en extinción (Griffon, águila de Bonelli, castor, el gavilán y halcón peregrino). Y más todavía, la conocida Malvasía, vino (dulce o seco) para filet, el antiguo arte del bordado de encaje pasado de madre a hija hasta el día de hoy.

Bosa también puede presumir uno de los más famosos y valiosos tesoro de Cerdeña: el mar con sus playas incluidas Bosa Marina y la cercana localidad de Porto Alabe.

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